New England Journal of Medicine
El 25 de Febrero de 2013 fue publicado on-line un artículo en The New England Journal of Medicine que posiblemente modificará en gran medida las recomendaciones nutricionales que se venían dando en los últimos años en todo el mundo para la prevención primaria de la Enfermedad Cardiovascular. Se trata de los resultados finales del estudio PREDIMED (PREvención con DIeta MEDiterránea), donde se constata por primera vez que la dieta mediterránea enriquecida con frutos secos o aceite de oliva virgen extra es capaz de conseguir una reducción relativa del 30% (hazard ratio = 0,70; intervalo de confianza al 95%: 0,53 a 0,94) en el riesgo de sufrir un evento cardiovascular combinado que incluye infarto de miocardio o accidente vascular cerebral o muerte por causa cardiovascular. La investigación forma parte del proyecto PREDIMED, un ensayo clínico aleatorizado y multicéntrico de prevención primaria llevado a cabo por diferentes grupos de investigación en España entre los años 2003 y 2011 en que se evalúa la eficacia de la dieta mediterránea frente a las enfermedades cardiovasculares.
Comentario:
El informe del caso se publicó como ejercicio clínico-patológico en febrero de 1995 en The New England Journal of Medicine. Volvimos a estudiar el material patológico y encontramos ADN del virus varicela zóster y antígeno específico del VZV, pero no el virus del herpes simple o el ADN del citomegalovirus o el antígeno específico del HSV o CMV, en tres de los cinco cerebrales. arterias examinadas La respuesta inflamatoria, la ruptura de la lámina elástica interna y la detección del antígeno viral fueron desiguales de una arteria a otra, así como dentro de una arteria dada. Se debe realizar una búsqueda de VZV en casos de vasculitis cuando están involucrados los sistemas nerviosos central y periférico, cuando el estrechamiento focal está presente en las arterias grandes, cuando las imágenes cerebrales revelan infarto en materia gris y blanca, tanto profunda como superficial, y cuando es blanca la materia está desproporcionadamente involucrada. La erupción zosteriforme no es necesaria para el diagnóstico.
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